Se acabaron las calles. Homenaje a Antonio Vega

Un tesoro a conservar...

Crónica de aquel último concierto (mi homenaje).

Yo llevaba unas cuantas noches casi en blanco, escuchando los Relojes en la oscuridad, por culpa de mi insomnio. Pero aquel día era el viernes 26 de octubre de 2007, y actuaba Nacha Pop, y con ese motivo, nos reuniríamos muchos de los amigos para completar el circuito CAÑAS PREVIAS - CONCIERTO - COPAS POST.

El reencuentro fue genial, y digo reencuentro porque somos un grupo de amigos tan amplio que, por causa de nuestras edades, hijos, trabajos, primeros achaques, etc., nos cuesta mucho coincidir juntos tan a menudo como en los 80’ y 90’. Tras la lucha para llegar a la barra de Los Torreznos, nos tomamos unas cañas, y, rodeados de muchos amigos, nos dirigimos al Palacio de los Deportes a ver el gran Concierto.

Una vez dentro, fuimos tomando posiciones. La visibilidad era muy buena y dos grandes pantallas, aseguraban que podríamos disfrutar de las imágenes de las manos de Antonio sobre la guitarra, y, también, que sufriríamos con los primeros planos de su demacrado rostro.



Ahí le tenéis, derecho, estirado y -entonces- con bastante buena pinta .


Y empezó el concierto. Sonaron las primeras notas de Antes de que salga el sol

Por el día alguien con quien no vivir…
Por las noches alguien con quien no dormir…
La tristeza en el bolsillo y … la careta de cartón.
Esperando que regreses, sí
Antes de que salga el sol…

- Oye, que limpio el sonido, y Antonio, que voz tan fresca, qué bien, se están entregando…
.Y entonces, al terminar la primera canción, escuchamos por fin el clásico “Buenas noches Madrid”, gritado por Nacho García Vega, 21 años después, en el mismo lugar. Fue muy emocionante.

El repertorio, como dijo entonces LATERAL ZURDO en su blog, fue un repertorio mucho más de Nacho que de Antonio, pero estuvo muy bien. La calidad del sonido fue lo mejor. Está claro que, con la gira ya casi terminada, llevaban bien aprendida la lección, y en Madrid, en su Madrid, querían lucirse.- Buenas noches Madrid, - repetía Antonio esta vez, dos canciones después.
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Creo que entre la “Buena disposición” que llevábamos para el concierto y las bajas expectativas, dada la fragilidad de Antonio Vega, -siento tu fragilidad-, nos permitieron encontrar mucho más de lo que habíamos previsto. Recordaba entonces, la letra de “Esperando nada:
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Me perdería de pie esa sensación de encontrarme con las cosas por segunda vez.
La oportunidad de buscar en los cajones un recuerdo que amar.
Y pasó tanto tiempo que llegue a ver sombras en color.
Y creció a mi lado como un árbol toda una ilusión.

La lucha de dos gigantes: Nacho y Antonio.

Antonio aislándose un poco y descansando, mientras le cubre su primo Nacho.
Nacho García Vega, desde mi punto de vista, estuvo un poco pesado, pero reconozco que animaba y tiraba de su primo. Cada dos o tres canciones, tomaba el protagonismo, permitiendo, mientras él saltaba y corría por el escenario, que Antonio se tomara un respiro, descansara y se quedara como en stand-bye, un poco encorvado.
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Hay que valorar a Nacho que siempre ha sido comparado con Antonio, y eso siempre es difícil e injusto. Antonio… simplemente estuvo genial. Su voz era cálida, dulce y trabajada. Dio el do de pecho, se mantuvo erguido y estirado, -salvo en los stand-byes-, habló y sonrió. Una vez más, nos emocionó y llegó al corazón. Sólo se perdió un poco en “Atrás” pero se recuperó en seguida. Luego, al cantar –y maravillosamente- “Una décima de segundo” con mirada feliz dijo, tocándonos a todos el corazón:


Y es que no hay nada mejor que estar… aquí
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A los que os gustaron algún día, o a los que os empiezan a gustar, os recomiendo la compra de aquel disco de Nacha Pop. El concierto sonó muy bien, y nos emocionó. Eché de menos algunas canciones… Déjame algo, Desordenada Habitación, y, aunque sean de Antonio en solitario y no de Nacha Pop, también me faltaron Azul y El sitio de mi recreo. Disfruté…y mucho con Nada puede pararte, Relojes en la Oscuridad, Una décima de segundo, Lucha de Gigantes, y Grité una noche. También por supuesto con Chica de Ayer, que tocaron en su versión clásica y no aquella versión del disco en directo 80-88, una versión más familiar para los Nuevos-fans que la conocen como “LA CHICA DE AYER”, y no con su título original de “CHICA DE AYER


Una de mis joyas, el single de vinilo de "Chica de Ayer", comprado entonces...
y que, junto a la entrada del último concierto, siempre guardaré como un tesoro.
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Durante el concierto, rememoré muchas cosas de aquellos años 80, supongo que a todos nos pasó... Eramos tan jóvenes…, y aquel viernes, lo volvimos a ser mientras saltábamos con Nadie Puede Parar, o nos mirábamos con Una Décima de segundo.
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Y ahora, el día siguiente a su fallecimiento, estoy escuchando el CD de aquel concierto, emocionándome mientras escucho -reescucho- aquella última vez, enlazándola mentalmente, con tantas otras en Clamores, o en Galileo, sitios pequeños donde Antonio se hacía grande, y me es imposible no estar triste por esta pérdida. Me está costando hasta reeditar esta entrada...Nacho García Vega dijo entonces, que no era noche para el recuerdo. Pero para mí siempre será una noche para recordar.
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Ojalá pudieramos hacer que no se acabasen las calles, ojalá su voz y el humo, pudieran seguir juntos mucho tiempo.
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Esta entrada es una reedición un poco retocada de la que publiqué tras el concierto de despedida de Nacha Pop en Madrid, el 26 de octubre de 2007. En recuerdo de Antonio Vega tras su fallecimiento. Leed también el artículo genial de mi amigo Lateral Zurdo, uno de los que más y mejor sabe de como nos sentimos, y que por supuesto, estuvo con nosotros en aquel concierto.
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Intentad ser felices. A mi me está costando.