La #Megamagdalena está en camino

Hace unas semanas, unos compañeros de la oficina me pidieron que trajera magdalenas caseras para desayunar y se me ocurrió hacer una megamagdalena que fuera suficiente para todos. Empezamos a tontear en twitter y una vez más, como cabía esperar, la cosa se ha ido de las manos y se ha convertido en un reto.
 
Se trata de hacer vuestra receta preferida de magdalenas, pero en lugar de rellenar con ellas las clásicas cápsulas y preparar un par de docenas de magdalenitas, hacer una única #MegaMagdalena.

 
El molde es algo complicado para ese tamaño, así que tendréis que improvisar. Así, podéis usar lo que queráis para que parezca una Magdalena con su copete abombado en la parte superior. Yo usé una flanera de las grandes, forrada de papel de horno para asemejar al clásico papel de la magdalena.


 
Es complicado que se haga bien por dentro. Os recomiendo no pasaros con la temperatura para que se haga despacio, o incluso cubrir la magdalena al principio con papel aluminio para que no se reseque por fuera y quede cruda por dentro. El truco está en hornear a fuego lento, y alargar el tiempo de cocción. 

Es preferible hornear despacio a 150ºC ó 160ºC incluso tapando la masa hasta que empiece a subir, que hornear a todo trapo a 190ºC y que se quede quemada por fuera y cruda por dentro. El proceso de horneado puede ir, según el horno y el tamaño con que lo hagas, de entre unos 45, 50 minutos, hasta hora y cuarto aproximadamente. Una aguja te indicará como en otras recetas de bizcocho si ya está bien hecha.
 
La mía pesó 1 kg y casi 200 gramos, y dio para que desayunasen bien los 14 de mi oficina. Espero que os animéis y me paséis un enlace con vuestra publicación para incluirla en el resumen del próximo 3 de mayo.
 

Sed felices.