Pizza verde con base de aguacate

Con esta Pizza verde con una base de aguacate, me he quedado encantado. Un resultado magnífico, después de todo, ya que tenía intriga de saber cómo quedaría una pizza si cambiaba el tomate por pasta de aguacate o guacamole.

Apurado por los plazos, llego el último día a casi todo. En esta ocasión, quería enviarle una receta a mi querida Dolorss, que organiza en su Blog de Cuina un concurso de recetas con pan y cualquier producto del cerdo.

Así, he preparado una pizza (como pieza de pan) y unos trozos de carne picada de cerdo, acompañados de unas lonchas de jamón york picado como si fueran virutas. Esta forma de hacer pizza, seguro que os sorprende, porque ha sido todo un descubrimiento en casa.

Ingredientes para una pizza de 3-4 raciones

Para la base: 200 gr de harina de fuerza, 100 ml de agua templada, 15 ml de aceite de oliva virgen extra, un pellizco de sal y 4 gr de levadura de panadero (medio sobre)

Para la cobertura: 200 gr. de guacamole casero, (aquí puedes ver muchas formas de hacerlo), 3 cucharaditas de mi famoso tomate frito casero, 150 gr. de mozzarella picada, 100 gr. de carne picada de cerdo, 100 gr de jamón york, 50 gr. de cebolla y 50 gr de calabacín.

Cómo hacer una pizza verde de aguacate

Para hacer la base de la pizza, mezclamos todos los ingredientes en un bol, y removemos hasta tener una especie de masa, que trabajamos durante unos diez minutos, quedando ya lisa y elástica y manejable. Damos forma de bola a la masa resultante, y la cubrimos con un paño hasta que doble su tamaño. Aproximadamente dobla el tamaño en unos 30 minutos. Una vez ha doblado, la estiramos bien y la ponemos sobre un papel de asar, encima de la bandeja del horno.

Picamos la cebolla y el calabacín y los rehogamos. Una vez esté transparente la cebolla, añadimos la carne picada de cerdo y lo salteamos todo junto. Sin dejar que se haga del todo, (pues terminará en el horno), apagamos el fuego. Reservamos.

Como véis en las imágenes de arriba, sobre la masa estirada, ponemos el guacamole bien extendido. A continuación enmarcamos el guacamole con las tres cucharadas de tomate frito casero, como si fuera un cuadro.

Sobre el lienzo verde, extendemos el queso mozzarella sin cubrir el marco rojo. Sobre el queso, disponemos bien repartida la mezcla de carne picada, cebolla y calabacín rehogados.

Por encima espolvoreamos con las virutas de jamón de york, y horneamos a 220º durante unos doce minutos hasta que los extremos de la pizza estén bien dorados y algo tostados para obtener una pizza de base fina y crujiente, una pizza estupenda.

El resultado es una pizza verde muy suave de sabor, gracias al aguacate, que la hace muy jugosa, y deja un fondo de sabor que nos gustó mucho, nos pareció muy agradable. A disfrutar.

Sed felices,