Pastel de verduras caramelizadas y manzana (sin lactosa)
Esta receta de pastel de verduras caramelizadas y manzana, ha sido todo un éxito en casa así que, voy a contaros sus secretos. A mí me gusta mucho cocinar pasteles de verduras, una forma comodísima de comerlas más a menudo. En esta ocasión, quería probar cómo funcionaban los productos sin lactosa de Kaiku. Además, la introducción de la manzana en esta receta, ha sido toda una sorpresa en textura y sabores. Ahora veréis
La intolerancia a la lactosa es un problema que afecta a muchísimas personas. (En España, aproximadamente al 15% de la población) Muchas veces, ni saben por qué, pero parece que algunos alimentos les sientan mal, hasta que tras hacerse mil pruebas, descubren que la leche o los quesos y otros lácteos les sientan mal. Entonces sólo cabe renunciar a comer alimentos muy ricos, o pasarlo mal de vez en cuando.
La intolerancia a la lactosa es un problema que afecta a muchísimas personas. (En España, aproximadamente al 15% de la población) Muchas veces, ni saben por qué, pero parece que algunos alimentos les sientan mal, hasta que tras hacerse mil pruebas, descubren que la leche o los quesos y otros lácteos les sientan mal. Entonces sólo cabe renunciar a comer alimentos muy ricos, o pasarlo mal de vez en cuando.
Ingredientes para un pastel de 4-5 raciones
2 zanahorias, medio pimiento rojo, 1 puerro, 2 manzanas reinetas, 3 tomates secos en aceite, media cebolla, 2 huevos y 150 ml de nata para cocinar SIN LACTOSA de Kaiku. Por supuesto, usaremos aceite de oliva virgen extra, sal, pimienta y una puntita de bicarbonato. Además para luego gratinar, añadiremos queso rallado, también de Kaiku y también sin lactosa.
Esta receta es perfecta para aprovechar restos del cajón de la verdura, si se os quedó un calabacín atrasado, o tenéis una berenjena, y por supuesto, podéis quitar los pimientos, o cambiarlos por otras hortalizas que os gusten más.
Cómo hacer un pastel de verduras caramelizadas y manzana sin lactosa
Comenzamos picando los ingredientes en tiras que luego cortamos en cuadraditos, sin buscar que sean demasiado pequeños, es mucho más rico encontrar algún tropezón, ya veréis.
En una sartén, ponemos un chorreón de buen aceite de oliva virgen extra, y a fuego bajo, comenzamos a caramelizar las verduras. El proceso requiere algo de tiempo, pero el resultado vale la pena. Las zanahorias, que son las piezas más duras, serán nuestra referencia para saber cuando tenemos todo a punto. En la sartén echamos la cebolla y el puerro bien picados, y las zanahorias y pimiento. Una pizca de sal y una puntita de bicarbonato, que nos ayudará a acelerar el proceso de caramelización de las verduras en sus propios azúcares.
En una sartén, ponemos un chorreón de buen aceite de oliva virgen extra, y a fuego bajo, comenzamos a caramelizar las verduras. El proceso requiere algo de tiempo, pero el resultado vale la pena. Las zanahorias, que son las piezas más duras, serán nuestra referencia para saber cuando tenemos todo a punto. En la sartén echamos la cebolla y el puerro bien picados, y las zanahorias y pimiento. Una pizca de sal y una puntita de bicarbonato, que nos ayudará a acelerar el proceso de caramelización de las verduras en sus propios azúcares.
Cuando empiecen a tomar color, añadimos los tomates secos y terminamos de preparar las verduras. El proceso no tardará más de 15 minutos gracias al bicarbonato, que acelera el proceso y reduce muchísimo el tiempo necesario para que se produzcan las reacciones de maillard que buscamos al caramelizar verduras. Cuando esté todo, podemos trocear los tomates secos para repartirlos mejor en el pastel.
Volcamos el contenido de la sartén en el molde donde vamos a preparar nuestro pastel, y lo acomodamos un poco distribuyendo el contenido. Pelamos ahora las manzanas, y las troceamos, y las añadimos al molde en crudo. En un plato hondo, ponemos la nata Kaiku sin lactosa, y añadimos dos huevos. Batimos y lo añadimos al molde, dejando que rellene todos los huecos y lo horneamos al Baño de María durante unos 40 minutos, a 170º.
Lo ideal es que el agua no supere la mitad del molde y que el agua, al entrar al horno esté ya caliente para acelerar los procesos. Cuando lleve 30 minutos, le añadimos un poco de queso rallado y dejamos que se dore. Tened cuidado que a mí se me quemó un poquito como véis en la primera foto.
Ya solo falta esperar que se temple nuesto pastel, y cortarlo en porciones. On un par de trocitos y un poco de ensalada, tenemos una excelente cena resuelta. Las texturas y sabores que aportaron los productos Kaiku fueron exactamente los que esperaba, sin notar cambios por ser productos sin lactosa, y encima, pues más fáciles de digerir, así que encantado.
La empresa me facilitó muestras de queso, nata, leche entera, semidesnatada y desnatada, así como batidos, que hemos consumido en casa con total normalidad. Y en la cocina, funcionan perfectamente.
Así, que, si tenéis algún intolerante a la lactosa en casa, o simplemente, si queréis tomar unos productos más fáciles de digerir al no contener trazas de este azúcar probad estos productos de Kaiku. No notaréis la diferencia, más que en la facilidad de digerir el alimento y la ausencia de reacciones alérgicas agrupadas con el nombre de intolerancia a la lactosa.
La empresa me facilitó muestras de queso, nata, leche entera, semidesnatada y desnatada, así como batidos, que hemos consumido en casa con total normalidad. Y en la cocina, funcionan perfectamente.
Así, que, si tenéis algún intolerante a la lactosa en casa, o simplemente, si queréis tomar unos productos más fáciles de digerir al no contener trazas de este azúcar probad estos productos de Kaiku. No notaréis la diferencia, más que en la facilidad de digerir el alimento y la ausencia de reacciones alérgicas agrupadas con el nombre de intolerancia a la lactosa.
Sed felices,
