Un pescado alucinante, receta de salpa, zarpa, o salema al horno


Esta mañana hemos ido al Mercado la Rubia y yo, y en nuestra pescadería de cabecera, tenían una clase de pescado azul, que no había probado nunca. Se trata de la Salema, o bien la Sarpa Salpa en su nombre oficial. Cuando le pregunté al pescadero, cómo se preparaba, me dijo que al horno, abierta, pero que sólo si me gusta el pescado con mucho sabor, pues esta especie es de las que tiene mucha potencia, como el pescado de roca.
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Como encima estaba a un precio estupendo, y estaba fresco fresco, que daba gusto verlo, me animé a comprarlo. Además, el cartel decía "ZALEMA DE CADI, 2,99 kilo", y como en Febrero hay que ser gaditano, carnavalero y comparsista, decidí comprarlo y me dije... ya tenemos resuelta la comida de hoy.


Aquí podéis ver este pez en su medio natural. Sus bandas longitudinales de color amarillo, son características de esta especie. Abajo la veis ya en casa... y abierta de arriba abajo. 


Una vez en casa, repasamos la limpieza que había hecho el pescadero, por si se hubiera dejado algo, y lo secamos bien. Una vez limpio y seco, colocamos el pescado en la fuente de horno, añadiéndole solamente un poco de sal y unos chorretes de ajopere.


Encima de estas palabras, tenéis la Salema abierta y en la foto de debajo, ya condimentada, y lista para entrar en el horno. El bote biberón de la izquierda es el ajopere, (aceite de oliva, 3 ajos y un ramillete de perejil pasados por la batidora unos segundos), que siempre tengo en la nevera.



Unos 20 minutos en el horno, a 175ºC y ya está hecha, para llevar a la mesa. Cuando hago pescados abiertos al horno, un truco bueno para saber si está listo es levantar la raspa con el tenedor. Si se despega bien, es que ya está en su punto. (Fijaos en las flechas del recorte de la foto que os pongo a continuación, para ver donde estaba la raspa y hasta dónde la he levantado)



En cuanto al resultado, me ha parecido muy bueno, efectivamente, es un pescado con mucho sabor, recordaba por su potencia al salmonete, y con una carne muy blanca y tersa, que me ha gustado bastante. Se nota el parentesco con la caballa, también es pescado azul y también típica de Cádiz.

Más cosas: Investigando en internet para contaros de este pez, he descubierto que se llama Salema y no Zalema, que también se conoce como Zarpa, Xarpa o Sarpa, y que los romanos ya lo consumían, pues abundaba en el Mediterráneo y lo consideraban una medicina. Hoy se encuentra de forma más abundante en la parte situada al Este del mar, en la zona de Chipre, y también en la zona del estrecho.
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Y buscando más, he visto que el consumo de estos peces, así como de lisas, salmonetes y otros peces herbívoros, puede producir alucinaciones y pesadillas, pues tienen algunos componentes con efectos similares al LSD... fitetú qué cosas... Por eso he cambiado el nombre a la receta, dejando este título de Un pescado alucinante.

Vamos, que si en unos días veis que no os cuento nada, o no contesto vuestros comentarios, será porque me hayan hecho efecto y esté siendo víctima de pesadillas y alucinaciones. De momento, y tras unas cuatro horas de la ingesta, me encuentro perfectamente, gracias.


Hasta entonces, sed felices.