Cómo disfrutar de un auténtico T-bone Steak, dónde comprarlo y cómo cocinarlo



Hace años, en las carnicerías solamente podíamos comprar filetes, chuletas o entrecots salvo que tuviéramos un carnicero de confianza que supiera preparar cortes menos conocidos en nuestra tierra. Hoy es más fácil conseguir cortes tan sabrosos como la Picaña, el Rib-eye o el T-Bone, procedentes de otras latitudes. Por ese motivo, hoy quiero hablaros de una interesante pieza de carne de vacuno y explicaros cómo se debe cocinar para su máximo aprovechamiento.

El T-Bone Steak o filete con hueso en forma de letra T, es un corte clásico americano que se caracteriza por tener un hueso con dicha forma en su zona central. Este hueso con forma de letra, divide la pieza en dos porciones de carne situadas a cada lado del hueso. Lo particular es que esas dos piezas con dos cortes diferentes en textura y sabor.


¿Qué es un T-bone Steak?




Este corte es muy fácil de encontrar en el Reino Unido como en los Estados Unidos y se caracteriza por hacerse de forma transversal a las costillas, de forma que a los lados del T-bone se incluyen dos piezas de carne distintas, una que se corresponde al lomo o entrecot y otra que se corresponde con el solomillo. 

¿Os imagináis qué placer disfrutar de ambos cortes en un mismo plato?

Dividiendo ambos cortes, encontramos -como veis en la imagen- un hueso con la forma característica de la letra T que da nombre a este corte. Según la tradición americana, el T-bone no debe ser muy grueso, ya que no debe superar los dos centímetros de grosor.  En los Estados Unidos,  dicen que debe medir 24,26 mm, que es el diámetro de una moneda de cuarto de Dólar americano, puesta de canto.  En el Reino Unido, no se aplica ese límite y el grosor más habitual es de unos 30 mm o 3 cm de grosor.

Ahora en nuestro país lo encontráis en carnicerías especializadas, como la que siempre os recomiendo, la de Carne Villa María. El precio del T-Bone de carne Angus de Nebraska, es de 26.45€ la pieza de medio kg.

Cómo cocinar un T-Bone Steak en casa



Para cocinar el T-Bone en casa y aprovecharlo bien, os recomiendo utilizar una sartén acanalada o parrilla. Yo uso como sabéis las de BRA, que aguantan muy bien la temperatura y duran muchísimo. Como veis en la foto, utilicé mi grill con rayas de la gama Foodie.

Lo primero, añadimos unas gotas de aceite a la sartén y la ponemos al fuego hasta que empiece a humear. Queremos una parrilla muy caliente para que la carne se haga enseguida en apenas unos minutos por cada lado.



Aproximadamente serán necesarios tres minutos a la parrilla por cada lado, para que la carne quede ligeramente poco hecha, y cuatro si preferís que quede al punto. Así quedará una carne muy jugosa en el interior y con las clásicas marcas de parrilla.

Al poner la carne en la parrilla o gril, no añadimos sal, agregándola en escamas al darle la vuelta como se ve en el collage sobre estas líneas. Si se desea, se puede espolvorear con un par de vueltas de  molillo de pimienta negra.

Importante, para dar la vuelta al T-bone utiliza unas pinzas y no pinches la carne. Así se conservarán sus jugos en el interior. Después de cocinar, -aunque cueste resistir la tentación- hay que esperar al menos tres minutos para que recirculen los jugos y se repartan bien.

Hacedme caso porque se nota la diferencia. La temperatura de la carne no baja mucho, ya que el interior sigue bien caliente, pero la carne queda mucho más jugosa si no se corta hasta dejarla reposar un ratito. También es importante usar buenos cuchillos para poder disfrutar de cada bocado cortando la carne, sin desgarrarla.

Con qué acompañar el T-bone Steak




En esta ocasión, para acompañar el T-bone Steak, preparé una guarnición de champiñones salteados y unos gajos de tomates que sirvieron para convertir el menú en un plato único.

Sed felices,