La Rita, Pepe Sacristán haciendo disfrutar con su cocina, para comer muy bien en Madrid

De vez en cuando viajo a Madrid, para ver a mi madre, a mi hijo, a mis hermanas o a mis amigos, por cuestiones de trabajo o como punto de partida para hacer otros viajes. Suelo aprovechar para visitar restaurantes a los que me han invitado y he ido posponiendo mi visita o para descubrir algunos que tengo pendientes. En una de estas ocasiones, me acerqué a la calle Infantas 29 a descubrir lo bien que se come en el Restaurante La Rita

Inspirado en Rita Hayworth, con decoración modernita y toques originales, en este restaurante enclavado en los bajos de un hotel, -en cuya sala se sirven a diario los desayunos de los huéspedes- Pepe Sacristán está haciendo un trabajo impecable. Me recuerda mucho al restaurante Matiz de Málaga, situado en los bajos del Molina Lario, del que ya os hablé. 


Cocina de calidad, presentación elegante, raciones abundantes y en precio, con algunos platos dignos de ser destacados y una sensación global de las de "qué bien he comido" o la clásica "me ha gustado todo, todos los platos estaban estupendos". Sin caer en el exceso, diremos que la cocina de Pepe Sacristán en La Rita, tiene mucho sentido, y que nos gusta haber dejado platos pendientes para próximas visitas, ya que La Rita nos gustó mucho para dejarlo en una única visita. 


Comenzamos con un buen aperitivo, unas aceitunas y un alioli de cilantro, que sorprenden por su calidad. 


Después llega la media de ensaladilla rusa, que tantas veces nos sirve para marcar un primer listón que fije nuestras expectativas. 


Pese a tal desafío, la ensaladilla de La Rita sale airosa, si bien los puntos de alioli de ajo negro con que viene ilustrada, apenas cambian el sabor de la mayonesa. Rica de textura, algo falta de sustancia, con las patatas en su punto y bien de sal. Nada que objetar. 


Seguimos con el canelón de tartar de salmón servido en un cilindro de aguacate y curado con zumo de maracuyá. Destaca la calidad de los productos, si bien este plato no sorprende hasta descubrir los puntos de salsa de anchoas, que le da el equilibrio. Interesante. Como último aperitivo, unos buñuelos de brandada de bacalao, crujientes y ligeros, que nos evocan bocados similares. 


Llega el momento de máximo interés, el lingote de oreja, -hecho con las partes más carnosas de la oreja, que tienen menos cartílago- cocinada a baja temperatura y rematada en la plancha. Se sirve con salsa de bravas auténtica, hecha con caldo y sin tomate, y unas cebollas encurtidas y unos cogollos de coliflor. Un plato brillante, de textura deliciosa y untuosidad extrema. Para disfrutar y regocijarse. 


Como plato de pescado tomamos un merluza al punto, con un rico caldo y un crujiente de arroz negro. Magnífico producto y muy bien trabajado. 


Finalizamos con el trampantojo del brownie de rabo de toro, con helado de tubérculos- en realidad un pure´- que hacen con carne de rabo de toro deshuesado, en combinación con nueces y otros ingredientes para simular el trampantojo. El puré y la salsa se asemejan al helado y el efecto está logrado. El rabo de sabor intenso se come solo. 


Para terminar, no hay opción. Tenéis que probar la tarta de queso. Pese a que la califican como una de las mejores de Madrid, por ese título luchan muchos restaurantes. Probamos la tarta servida con salsa de frutos rojos aparte y nos gusta. Nos gusta bastante. No hay como dejarse aconsejar.

Valoración general

  • Tipo de cocina: Madrileña de mercado modernizada
  • Precio: Accesible, menús de 15 euros y tique medio de 40
  • A mejorar: Detalles a pulir, para mantener un nivel de excelencia que hace de la visita un lugar muy agradable.
  • A destacar: el lingote de oreja, la atención del personal, los sabores clásicos y el valor de atreverse a revisar platos clásicos

Datos de interés

  • Restaurante La Rita
  • Calle Infantas 29 
  • Tel reservas 915 216 688
  • Web La Rita


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Os recomiendo visita a Restaurante La Rita, un lugar muy agradable en Madrid para disfrutar de sus platos y dejarse aconsejar. Me quedan pendientes entre otros, sus arroces y la famosa tortilla con callos, que ya estoy deseando probar en la próxima visita a Madrid. 

Sed felices,