Peter Pan y su síndrome


Una de las estatuas más bonitas y a la vez más desconocidas que hay en el mundo, es la estatua de Peter Pan, en Londres. Sería la pareja perfecta para la niñaestatua del jardín botánico que tanto nos gusta a Nodisparenalpianista, a Radio Futura y a mí. La estatua de Peter Pan está en Hyde Park, junto al lago Serpentin, y no es difícil de encontrar, aunque es una tradición tener que buscarla. En Google encontraréis mil pistas.  
En nuestro caso, cuando estuvimos en Londres el enero pasado, dejamos la estatua de Peter para el último día, y por eso tuvimos que madrugar para poder ir al parque antes de salir hacia el aeropuerto para la vuelta. La madrugada aportó a las fotografías un bonito color azulado y un toque mágico. A la izquierda se puede ver el aspecto de los árboles fantasmas de Hyde Park, al amanecer.

A la vuelta, encantados aún por la semiescondida estatua, fuimos directos hacia el Metro para llegar a Heatrow, mientras las ardillas desayunaban, y un cisne se daba un primer baño…


Mientras, las palomas se repartían el sitio sobre los postes que cruzan el lago, posando para nosotros. Un solitario y madrugador Speaker en la correspondiente esquina se subía a una caja de cervezas para poder decir lo que quisiera, sin riesgo a ser detenido, porque ya no estaba pisando suelo británico. Están locos estos británicos (que diría Obelix)





Según la Wikipedia: Peter Pan es un personaje de ficción creado por J. M. Barrie, el nombre de una obra de teatro, un libro para chicos y varias adaptaciones de los mismos. 

El personaje es un niño que se niega a crecer y pasa su tiempo en aventuras mágicas. Barrie creó al personaje de Peter Pan en historias que contaba a los hijos de su amiga Sylvia Llewelyn Davies, con quien había forjado una relación muy especial. 

Los nombres del personaje se originaron de: Peter Llewelyn Davies, en ese momento el menor de los hijos de Sylvia y Pan, el travieso dios griego de los bosques. Se ha sugerido que la inspiración para el personaje fue el hermano mayor de Barrie, llamado David, quien murió a la edad de 13 años en un accidente y esto afectó profundamente a su madre. De acuerdo a Andrew Birkin, autor de "J. M. Barrie y los niños perdidos", la muerte de David fue una catástrofe difícil de asumir y de la que ella nunca se recuperó.

Portada del libro de JM Barrie en 1915

En cualquier caso, mi recomendación es doble. Por un lado, hay que leer el libro original, ya que nada o bien poco tiene que ver con la versión de Walt Disney, mucho más conocida. Y por otro lado, aprovechad para visitar Londres, y con la disculpa de ver la estatua, caminar por sus calles, mercadillos, tiendas y parques. Eso sí, llevad buen calzado cómodo y muchas libras esterlinas, pues es una de las ciudades más caras del mundo.


Nota extra:

Síndrome de Peter Pan: Según los psicólogos, el síndrome de Peter Pan lo padecen las personas que en la edad adulta continúan pensando, sintiendo y comportándose de manera infantil e inmadura. Son adultos incapaces de crecer, que camuflan bajo esta actitud importantes carencias emocionales. Son adultos sólo en apariencia porque su actitud continúa siendo la de alocados niños y adolescentes que no se responsabilizan de sus actos. Las personas que padecen el síndrome de Peter Pan o de Inmadurez Emocional son incapaces de crecer, y su alegría y seguridad suelen ser una máscara que esconde su inseguridad y temor a no ser queridos. Es una situación difícil de solucionar porque el que lo sufre no se reconoce como enfermo.

Pues yo sí me identifico. Unos días más que otros. Hoy toca más.