Guisado de pollo casero con pomelo hecho en cocotte



Hoy os enseño un guisado de pollo con zumo de pomelo, que preparé hace unos días en la cocotte, con un resultado estupendo. Ahora que estamos con el horario de verano, tengo que dejar muchos días la comida preparada para que mi hijo pueda comer al mediodía, ya que yo no llego a casa antes de las 4 de la tarde.

Una solución estupenda para estos casos, son los guisos de pollo que tanto nos gustan en casa, y que con poco trabajo, ya que se hacen prácticamente solos, nos proporciona una mezcla de carnes y verduras, llena de sabor y con una salsa estupenda para los amigos del pan. Si estáis a dieta por la cosa del bikini, también es estupenda, ya que no tiene grasa y si no untáis el pan, es muy ligera.



Ingredientes para 4 raciones


1 buen pollo de corral, 3 zanahorias, 8 chalotas, 1 cebolla hermosa, caldo casero de pollo, 1 vaso de vino blanco, la peladura de un limón y el zumo de 3 pomelos. Sal, pimienta, tomillo y aceite de oliva virgen extra.

Cómo hacer un guiso de pollo con pomelo en cocotte


Comenzamos troceando el pollo en tajadas (si no nos lo dieron partido al comprarlo). Limpiamos bien de grasas y chamuscamos los pelos o cañones de plumas para que nada nos afee el plato. Pochamos la cebolla bien picada en un chorro de aceite de oliva virgen extra, y doramos un poco las piezas de pollo. Todo esto lo hacemos directamente en la cocotte o cacerola de hierro. Añadimos también cuatro o cinco peladuras de limón, que dejamos sin nada de lo blanco (el albedo, porque amarga)


Mientras se nos va dorando, pelamos las zanahorias y las cortamos en trozos, y las añadimos al guisado. También añadimos las chalotas limpias y vamos exprimiendo los pomelos. Una vez las tajadas de pollo tienen algo de color, añadimos 1/2 cucharada de harina, removemos bien para que se reparta por las tajadas, y en cuanto empieza a tostarse, añadimos el vino, el caldo de pollo y el zumo de pomelo.



Añadimos unas ramitas de tomillo salsero, y tapamos la cocotte para que el pollo cueza hasta que esté tierno y se reduzca la salsa. Lo mejor es meter la cocotte en el horno y al cabo de unos 20 minutos a 200º estará en su punto.

Si lo hacéis en la vitro, la inducción o a gas, tardará unos 30 ó 35 minutos pero estará igualmente bueno, gracias al maravilloso funcionamiento de estas cacerolas de hierro. Corregimos de sal y listo para llevar a la mesa, o como hicimos en este caso, para rellenar los tupper para los próximos días.


Lo bueno de este guisado de pollo con zumo de pomelo en cocotte, es que está igualmente buenísimo recalentado en microondas, por lo que resulta estupendo tanto para llevar a la oficina, como para congelar para más adelante.

Sed felices.

 






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