Guiso de albóndigas al curry paso a paso

Este guiso de albóndigas al curry, que os presento paso a paso, es una variación sobre la receta tradicional de albóndigas, que seguro os va a gustar. Un ligero toque de curry en la carne picada y otro poco en la salsa, y la cocina se inundará de aromas orientales, y la receta queda totalmente renovada. 

Tiempo de elaboración  40 minutos. 
Dificultad, fácil.  

Ingredientes para 4 personas: 

350 gr de carne picada, 2 huevos, 100 gr de miga de pan duro, 100 ml de leche, 2 cucharadas de postre de polvos de curry, una cebolla grande, 1/2 vaso de vino, 1 vaso de caldo de carne, sal y pimienta.  

Cómo hacer albóndigas al curry:  

Comenzamos haciendo la mezcla para las albóndigas. Ponemos el pan duro a remojar con la leche, y una vez se ablanda, lo escurrimos apretando con la mano y lo juntamos en un bol, con la carne picada. Salpimentamos y añadimos una cucharada (de postre) de curry, y removemos hasta que la mezcla sea homogénea. Añadimos los huevos y los integramos, mezclando bien la masa con las manos.

Formamos pequeñas bolas del tamaño de una pelota de golf, o según nuestros gustos, sin apretar mucho la carne para que queden bien tiernas y esponjosas. Pasamos por harina cada albóndiga y las reservamos. Freímos ligeramente las albóndigas en aceite de oliva virgen extra, y las sacamos a una fuente donde las reservamos. 

En el mismo aceite donde hemos frito las albóndigas, (es importante, pues aporta sabor y hará que la salsa se oscurezca conforme se tueste la harina), pochamos lentamente la cebolla muy picada hasta que empieza a tomar color dorado. 

Reincorporamos las albóndigas a la cacerola, y añadimos el vino, dejando que hierva y se evapore durante un par de minutos. Añadimos la otra cucharada de polvos curry, y el vaso de caldo de carne, y bajamos el fuego al mínimo dejando que las albóndigas se cocinen durante unos 15 minutos. 

La salsa irá espesando y oscureciéndose, hasta tomar un bonito color. El aroma del curry se mezcla con el vino y el caldo formando una perfecta combinación de sabores, que no se os olvidará. Este guiso está, como casi todos, mucho más rico si se prepara de víspera, ya que el reposo asienta los sabores. 

Para servir, en casa siempre acompañamos las albóndigas con patatas fritas, cortadas en cuadrados pequeños. Pero también podéis acompañarlas con un poco de arroz blanco, o con puré de patata, según vuestros gustos.

Sed felices,