Una entrada picante, receta de preparado hindú picante muy sencilla
La receta de hoy es un preparado casero de una pasta o puré picante, con la que podréis dar un "toque" picante genial a vuestros platos. (Y después, veremos un ejemplo de su aplicación)
Conozco esta receta gracias a Chico, un amigo de mi hermana, que falleció hace unos años. Chico era hindú, y además de ser un tipo encantador, tenía una mano especial para la elaboración de panes caseros en su horno, y además preparaba esta receta a la que llamaba "Pique"
Cuando él se ponía a prepararlo, hacía grandes cantidades, incluso un kilo de ajos cada vez, por lo que tenía que hacer un trabajo enorme. Claro que él ponía su Pique a casi todos sus platos, como buen hindú y le regalaba un poco a sus amigos... Nosotros vamos a preparar un poco menos. Vamos al lío.
Conozco esta receta gracias a Chico, un amigo de mi hermana, que falleció hace unos años. Chico era hindú, y además de ser un tipo encantador, tenía una mano especial para la elaboración de panes caseros en su horno, y además preparaba esta receta a la que llamaba "Pique"
Cuando él se ponía a prepararlo, hacía grandes cantidades, incluso un kilo de ajos cada vez, por lo que tenía que hacer un trabajo enorme. Claro que él ponía su Pique a casi todos sus platos, como buen hindú y le regalaba un poco a sus amigos... Nosotros vamos a preparar un poco menos. Vamos al lío.
Para preparar un bote como el de la foto de arriba (que os puede durar casi un año si lo usáis de vez en cuando) utilicé tres cabezas de ajo, y una buena variedad de guindillas y aceite de oliva del mejor que tengáis. En la foto de abajo, podéis ver que yo he combinado varias clases, ya que tenía pimientos choriceros (dulces) guindillas secas de mi huerto (bastante potentes), dos ñoras dulces, y un puñadito de guindillas diminutas que me trajeron de Mozambique (muy picantes). Vosotros podéis utilizar cualquier clase de guindillas secas que os gusten. Además, un par de cucharadas de pimentón, completarán la preparación.
Una vez preparado, he decidido estrenarlo dandole una alegría a una pechuga de pollo (que es tan desaboría), convirtiéndola en un manjar. ¿Cómo? Lo primero, tenemos que decidir si queremos hacerlo a la manera tradicional (a base de mortero y paciencia) o utilizando una procesadora, picadora con accesorios o similar. Con el mortero tendremos varias ventajas, un método tradicional, un resultado que podremos corregir sobre la marcha, nosotros mismos y además, estaremos haciendo un poco de ejercicio que sin duda nos vendrá bien para tonificar los brazos, ya que majar todo el proceso, tiene su trabajo. (Chico siempre lo hacía manualmente, por supuesto) Si decidimos usar la picadora, pues todo para adentro, apretamos el botón y que sea lo que Dios quiera... Eso sí, rapidísimo.
Elaboración: pasos que tenemos que dar:
1. Pelar los ajos
2. Picar los ajos con cuchillo en trocitos para que sea menos duro el proceso de majado.
3. Hidratar en un cazo las guindillas secas para que su carne sea blanda de nuevo
4. Poner un poco de música que nos guste
5. Empezar a darle al mortero, siguiendo el ritmo, mezclando los ingredientes.
6. Al terminar, añadir un poco de pimentón, si no ha quedado suficientemente espeso. (Lo ideal es tipo puré espeso, casi como una pasta)
Como referencia, para preparar el bote de arriba, (a efectos de tamaño, era un tarro de mermelada) añadí a las tres cabezas de ajo y las guindillas que veis, 60 ml de Aceite de Oliva Virgen Extra y dos cucharadas soperas de pimentón de la vera (que incorporé al final para espesar un poco más) En las fotos siguientes podéis ver como va avanzando el proceso, paso a paso:
Y ahora, un ejemplo de cómo usar este preparado picante. Unas pechugas de pollo empanadas con un toquecillo, que son un imprescindible en casa...
Con una mínima cantidad de nuestro "Pique"... (ver cucharilla) he untado por un lado (no quería pasarme de picante) una pechuga de pollo. Luego la he troceado en pequeñas porciones, que he pasado por huevo y pan rallado.
A continuación, freímos los trozos en aceite muy caliente, los escurrimos en un papel absorbente y a comer..
Espero que os animéis a probar esta pasta picante, ya que se conserva (sin necesidad de frío) durante mucho tiempo y alegrará todos vuestros empanados, etc. También se puede usar añadiendo una cucharada a un guiso (por ejemplo unas patatas con costillas o a unas lentejas) y tendrán un toque especial.
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Hablando de picar, me estaba acordando del chiste que decía...
- Oye, y tú, ¿Qué le echas al gazpacho para que pique?
- Avispas...
Pues eso, ahí tenéis una avispa, para completar la entrada "picante". La "pillé" cortando un trozo de una flor, que arrancó y se llevó en la boca.
Sed felices,