Roscón de Reyes clásico. ¡Receta urgente!

Mañana vienen los Reyes Magos. Da igual si vino Papá Noel o si celebraste el cumpleaños el día de Navidad, como la Rubia Azabache. Mañana es el día de Reyes, y en este día, tenemos dos tradiciones. Una, la de los regalos y la otra, la de comer el clásico Roscón de Reyes. (La foto de los Reyes es de Malojavio en Flickr)

En esta entrada urgente, podéis aprender cómo prepararlo y así, ofrecer a los vuestros un desayuno estupendo mañana mismo. Además, como dice Susana, el peor roscón casero está mucho mejor que cualquier roscón de supermercado, así que, aún podéis animaros a hacerlo. 

Aquí tenéis una nueva versión del roscón (clic para ver la última)

Ingredientes para un roscón de Reyes grande o dos pequeños (8-10 raciones)

Para preparar la masa madre
70 gr de leche, un cubito de levadura fresca de panadería (10 gr), 1 cucharadita de azúcar y 130 gr de harina de fuerza



Para la masa del roscón
60 gr de leche, 70 gr de mantequilla, 2 huevos, 2 cubito de levadura fresca de panadería, 25 gr de agua de azahar (comprar en la farmacia), 450 gr de harina de fuerza, 1 pellizco de sal, 120 gr de azúcar glacé que habremos aromatizado con limón y la naranja



Para el azúcar glacé aromatizado
120 gr de azúcar glas, la piel de medio limón y de media naranja (sin lo blanco)


Para la decoración
Huevo batido, Azúcar humedecido con unas gotas de agua, Almendras fileteadas, Piñones, Frutas deshidratadas y Guindas en almíbar.
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Cómo hacer un roscón de Reyes
Esta receta es bien laboriosa, pero todo lo que tiene de tiempos, reposos, masa madre, y masa definitiva, se compensa con lo sencilla que es la preparación, no tiene dificultad ninguna por lo que os animo a hacerlo mañana mismo y sacarlo para la merienda.


Comenzamos con la masa madre: Mezclamos la levadura con la leche templada, y añadimos la harina y el azúcar, formando una bola. Dejamos la bola en un bol con agua templada, y dejamos diez minutos dentro. Al cabo de este tiempo, (la bola flotará) y ya podremos usarla para la masa definitiva del roscón. (Primera foto del montaje superior)

Masa definitiva: Mezclar la leche con la levadura y cuando esté, añadir la masa madre, y el resto de los ingredientes. Amasar con máquina, o si se hace a mano, hacerlo con energía. Una vez bien integrado todo, dejar reposar dentro del horno apagado, durante 4-5 horas, tras las cuales habrá doblado su tamaño. En la 2ª foto, el agua de azahar, comprada en la farmacia, y en la foto 3ª la bola ya crecida tras 4 horas.

Transcurrido ese tiempo, formamos un roscón muy grande, o dos roscones pequeños. Para ello, ponemos la masa sobre una superficie un poco aceitada, y colocamos una mano en el centro de la bola, creando lo que será el agujero, y vamos girando la masa, remetiendo los bordes hacia adentro, hasta que el roscón esté bien formado.



Podéis poner un aro de emplatar en el centro para evitar que al levar se pierda el agujero, pero si lo hacéis tranquilamente como os he indicado, no os hará falta aro, y quedará mejor al resultar un agujero irregular. Yo no lo uso... pero en la foto, podéis ver cómo hacerlo.

Ahora le metemos dentro los regalos, sorpresas o habas. Estos se meten en el roscón envueltos en papel aluminio, por la parte de abajo y después se tapa el agujerito para que no se note, dando unos pellizquitos a la masa.

Ya formados los roscones, los colocamos en una bandeja de horno, cubierta con papel de hornear, los pintamos de huevo batido y los dejamos reposar hasta que doblen volumen otra vez, lo que requerirá aproximadamente otra hora y media o dos.



Decoración y horneado: Pintamos otra vez el roscón con huevo batido con cuidado de no pincharlo para que no se desinfle, y lo decoramos con azúcar humedecida, filetes de almendra, piñones, algunas guindas, y si queréis, con fruta escarchada, que es lo tradicional. (Digo si queréis, porque no conozco a mucha gente que le guste la fruta escarchada, que al final, siempre se aparta en los roscones)
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Yo prefiero combinar los pegotes de azúcar con las almendras, y añadiendo en todo caso alguna guinda en almíbar, o unas rodajas de naranja caramelizadas, que me gustan bastante más, pero hacedlo según vuestro gusto. Esta vez he usado trocitos de frutas deshidratadas (piña y papaya concretamente que le han dado un sabor muy apetecible)

Mientras decoráis el roscón, precalentad el horno, con calor arriba y abajo a 200º, horneando el/los roscones durante 8-10 minutos a esta temperatura, y otros 10 a 180º, aunque debéis vigilar para que no se dore mucho sacándolo cuando esté más rubio que castaño, que luego al enfriarse se termina de asar. Tened en cuenta que cada horno tiene sus tiempos.



Dejad que se enfríe y cortar en raciones, o cortad en dos mitades si lo preferís relleno de nata o de trufa. Yo que ya empiezo con la clásica dieta post-navideña, los he preparado sin relleno

Y bueno, esto es todo por hoy. Que los Reyes os traigan muchos regalos, y disfrutéis sobre todo los que tengan niños pequeños en la casa, los verdaderos reyes de estas fiestas.

Y como siempre... Sed felices.