Rosca de pan de espelta y cereales

El pan de espelta es siempre un pan que impone cierto respeto a los que como yo, son aprendices de panaderos, y aunque tiene un sabor excelente, es frecuente hornearlo mezclado con otros cereales, y así lo he hecho con esta rosca de espelta y cereales.

En esta ocasión tenía la ilusión de hacer los panecillos que había hecho Carlos en Mercado Calabajío, así que preparé una esponja o masa de arranque, y después la mezclé con el resto de ingredientes. El resultado ha sido un pan bien esponjoso, lleno de sabor, que repetiremos, pues ha resultado muy agradable, aunque sea un pan más denso y consistente que los habituales.

Ingredientes para 6 panecillos y una rosca

Para la esponja: 100 gr de harina de espelta integral, 75 gr. de agua templada y 1 gr. de levadura liofilizada (o 3 de levadura fresca de panadero)
Para los panes: 250 gr de harina de espelta, otros 250 gr en total de mezcla de harina de distintos cereales, 300 gr de agua templada, 12 gr de sal fina, 1 sobre de levadura liofilizada, semillas de pipas de girasol, y semillas de amapola.

Cómo hacer pan de espelta y cereales

Esponja o masa de arranque. Comenzamos mezclando la harina con la levadura y añadiendo el agua. Mezclamos, y obtendremos una masa compacta, sin necesidad de amasar más que un par de minutos. Dejamos reposar durante dos horas y guardamos en la nevera hasta el día siguiente.

Masa de espelta y cereales: Ya habéis visto que para el pan he mezclado TpT (parte por parte, al 50%) las harinas de espelta y las de cereales. En un bol removemos bien para que se mezclen las distintas harinas, añadimos la sal, la levadura en polvo, y una vez mezclado, añadimos la esponja o masa de arranque. A continuación vamos añadiendo el agua templada hasta que todo se integre, tratando de formar una masa. Para terminar, añadimos las pipas, y las semillas de amapola.


Amasado: Sobre la encimera enharinada con harina de trigo normal, amasamos durante unos ocho minutos y cuando tengamos la masa en su punto, la dejamos reposar en un bol cubierta por un paño. Repetimos esta operación durante dos o tres sesiones, dejando 20 minutos de reposo entre cada una. 

Después tapamos con el paño húmedo y dejamos reposar hasta que doble su volumen. (Aproximadamente llevará una hora y media o dos horas en verano y unas cuatro en invierno. También podéis dejar reposar dentro de la nevera durante toda la noche obteniendo una fermentación lenta, si tenéis tiempo)

Panecillos y rosca: Ya reposada la masa, separamos 6 panecillos de 100 gr cada uno, y con el resto formamos una rosca, que dejamos en el molde de bizcocho para que leve ahí. Los panecillos, los espolvoreamos de harina y los tapamos con un paño, dejando reposar unos 20 minutos más. Luego les damos unos cortes con una cuchilla afilada y humedecida con agua y todo listo para hornear.

Horneado: Quería probar qué tal quedan los panes en el horno de convección y lo precalenté a 225º Luego lo bajé a 200º en el momento de hornear.

Metemos el molde de bizcocho con la rosca dentro, tal cual y lo horneamos durante unos 25 minutos hasta que tuvo un bonito color dorado. A continuación metí los panecillos y estos se hicieron en unos 15 minutos. El resultado, además del maravilloso olor que se extendió por toda la casa, fue un pan compacto, de miga esponjosa y un alveolo pequeño pero bien repartido.


El calor intenso y el ventilador que hace la corriente de convección, producen una temperatura uniforme en el interior del horno que resultó idónea para los panes.  

Tanto la rosca como los panecillos de harina de espelta resultan deliciosos para tostar y desayunar con un poco de aceite de oliva virgen extra. Y el aroma que dejan en la casa no supera el de ningún ambientador.

Sed felices.