Receta de pollo cocinado al vacío paso a paso.
 
A raíz de los post que escribí sobre las envasadoras al vacío domésticas, (abajo tenéis los enlaces por si los queréis leer), me habéis consultado algunas dudas a través del Facebook y del correo electrónico. Por eso me gustaría hablaros de algunas aplicaciones que tiene este electrodoméstico en el ámbito de la cocina, por ejemplo para cocinar a baja temperatura alimentos envasados al vacío. Así que hoy prepararemos la receta del pollo cocinado al vacío, paso a paso.
La envasadora doméstica, además de para conservar, guardar sobras, etc, es un elemento excelente para hacer adobos previos a la cocción, como ahora veremos. En esta ocasión hice la prueba con un magnífico pollo de corral de mi querido Higinio, cuyos productos me gustan desde siempre, y que suelo comprar en el Mercado de Vallehermoso en Madrid.
Ingredientes para 4 personas
- Un pollo de corral entero (podéis pedir que os lo partan separando pechugas, alas y cuartos traseros y guardando el resto y la carcasa para hacer caldos)
- Vuestra mezcla de especias y hierbas mediterráneas preferidas
- Aceite de oliva virgen extra
- Sal y pimienta
Cómo hacer pollo cocinado al vacío
Hace ya cierto tiempo que vengo experimentando con la cocina al vacío y he de decir que estoy cada vez más contento con los resultados. Para esto, la envasadora al vacío es muy útil, en especial si se va a utilizar el método de cocina en horno sous vide o si vais a iniciaros con un circulador como el que yo tengo de Anova Culinary, o cualquier otro que os podáis comprar.
Si no tenéis este horno, podéis hacer igualmente los primeros pasos que indicaré, y después, cocer el pollo en una cazuela a fuego muy lento y con la temperatura controlada al mínimo más mínimo, o usando las cocciones y temperaturas más lentas de vuestro horno normal, metiendo el pollo envasado al vacío en una cazuela con agua y cocinándolo de la misma forma que ahora indicaré.
 Lo primero, despiezamos el pollo, (a mí me gusta hacerlo personalmente) y lo preparamos para cocinar, quemando con el soplete de cocina o con un mechero de gas las piezas para quitarles las plumas, cañones, pelillos que puedan tener. Separamos las tajadas que nos interesan, (pechugas, contramuslo-muslo y alas) y el resto lo ponemos en una cacerola con lo verde de un puerro y una zanahoria, y a cocer para hacernos un estupendo caldo de pollo, que siempre nos vendrá bien (en este enlace puedes ver cómo hacer caldos caseros)
Lo primero, despiezamos el pollo, (a mí me gusta hacerlo personalmente) y lo preparamos para cocinar, quemando con el soplete de cocina o con un mechero de gas las piezas para quitarles las plumas, cañones, pelillos que puedan tener. Separamos las tajadas que nos interesan, (pechugas, contramuslo-muslo y alas) y el resto lo ponemos en una cacerola con lo verde de un puerro y una zanahoria, y a cocer para hacernos un estupendo caldo de pollo, que siempre nos vendrá bien (en este enlace puedes ver cómo hacer caldos caseros)A continuación, damos un brochazo a cada pieza con aceite de oliva virgen extra, para que éste actúe como pegamento y después espolvoreamos las piezas con nuestras especias preferidas. Yo para pollo suelo usar una mezcla casera de hierbas que consta de laurel, tomillo, romero y orégano, y le doy un par de vueltas del molino con pimienta roja y otras dos del de pimienta negra, una pizca de sal y un diente de ajo laminado y picado que reparto entre todas las piezas.
Hacemos esa operación por los dos lados de cada pieza, y las envasamos al vacío. Yo metí en una bolsa las 2 alas, en otra las 2 pechugas y en otras dos bolsas, las piezas de cuarto trasero (muslo y antemuslo). Así, a la hora de cocinarlo, como requieren distinto tiempo de cocción podría sacar las pechugas primero y dejar los cuartos traseros un poco más.
En ese adobo, dejé marinar las diferentes presas de pollo durante 2 horas dentro del envase al vacío, incrementando así mucho el efecto del adobado. Finalmente, ya sólo falta cocinar, en mi caso con el horno sous vide o con el Anova.
Puse la temperatura a 64º y cuando alcanzó dicha temperatura, metí todas las piezas usando la rejilla para que estuvieran ordenadas. Saqué las alas que son tajadas pequeñas y las pechugas a los 90 minutos y subí la temperatura a 80º, dejando muslos y contramuslos cocinándose durante otras 3 horas. El resultado, una carne cocinada en sus jugos, sin nada de merma, y jugosa a no poder más.
Finalización de la receta
Para terminar la cocción y comer, como siempre se hace en este tipo de cocina, tenemos dos posibilidades. Si lo vamos a comer en el momento, abrimos la bolsa, guardamos los jugos para reducir y hacer la salsa y pasamos la carne por la plancha, gratinador o sartén para darle el efecto de tostado que siempre nos gusta más. En las fotos siguientes veis cómo salen y cómo se tuestan en la sartén.
 
Si la fuéramos a comer otro día, abatimos la temperatura sumergiendo la bolsa en agua con hielos y luego dejándola en la nevera (dos o tres días) o congelándola hasta el momento de su consumo. Ese día, la descongelaremos, la regeneraremos en agua caliente dentro del envase al vacío y después abriremos la bolsa y haremos lo que os he contado con la carne y con los jugos de la cocción.
Finalmente, ya sólo nos faltará emplatar y a disfrutar de esta magnífica manera de cocinar, aprovechando los avances de las tecnologías.
Envasadora Alfa
Envasadora Elma
Cocina Sous Vide
Pollos y volátiles Ser Tina
