Menú degustación del restaurante Kabuki y cata de sakes


Hace unos días probé el sake. Quiero decir que por primera vez disfruté del sake como si hubiera sido la primera vez, gracias a una experiencia estupenda que pude disfrutar por cortesía de Google+ y Guía Zagat. Un grupo de usuarios de esta red social y algunos bloggers asistimos al restaurante Kabuki, donde pudimos probar un delicioso Menú degustación acompañado con una cata de 5 sakes distintos, bajo la batuta de Ricardo Sanz en la comida y del sumiller Hiroshi Kobayasi en cuanto a los sakes.

La decoración del Kabuki Wellington ya te embriaga nada más llegar y te metes enseguida en ambiente. Se agradece la disposición espaciosa de las mesas y la exquisita atención de Jefe de sala y camareros. Una vez nos instalamos comenzó el impresionante desfile de platos.



Enseguida llegaron los primeros aperitivos consistentes en sendos Usuzukuri de pescado blanco, uno de lubina a la bilbaina con ajito crujiente y otros de mújol con mojo verde y papa arrugada canaria. Para la cuestión maridaje, eligieron un sorprendente sake espumoso, el Dassai Sparkling Nigori. Muy interesante.

La cena continuó con un cambio de sake, esta vez el Dassai 50, lo que significa que tiene un pulido del 50%. Ese porcentaje indica los distintos niveles de pulido a que se somete al arroz para llegar a su centro, al almidón, de forma que un pulido 50 significa que se va a desechar el 50% del arroz, obteniendo de ese arroz pulido un sake más intenso.



Este nuevo sake, lo acompañamos de una ensalada de langostinos, empanados con copos de maíz y con un bol de huevos rotos con patatas canarias en el que en lugar de jamón se utilizaba atún rojo. Impresionante idea.


Seguimos con los Nigiris. Tomamos cuatro diferentes, unos Nigiri de pez mantequilla con paté de trufa blanca, otros muy divertidos, de hamburguesa, unos deliciosos de huevo de codorniz con paté de trufa blanca y por último unos de mero con panceta. Estos fueron maridados con el Rihaku Rimi Clouds con un nivel de pulido del 60%, quizás fue el sake que menos me gustó.



Para terminar la degustación de sakes, el sumiller abrió una nueva botella, la de Masumi Okuden Kanzukuri, que acompañamos con unos platos de pura fusión, el futomaki de huitalcoche (el hongo mexicano del maíz) y queso de Arzúa y con unas tiernísimas costillas en salsa Teriyaki.

Para rematar tan deliciosa cena, nos sorprendieron con una tacita de chocolate con churros y te matcha, que nos sorprendió a todos inicialmente, pero nos la tomamos encantados. Un té y a dormir...



En resumen, la cocina de Kabuki, siempre tan agradable y exitosa, nos sorprendió muy gratamente una vez más, con este homenaje al sake que pudimos disfrutar por cortesía de Google+ y la Guía Zagat.

Sed felices,