Ensalada de pimientos asados, receta de una excelente guarnición

Uno de los mejores inventos en materia de guarniciones es la ensalada de pimientos asados, ya que podemos usarla estupendamente con carnes asadas, con pescados fritos, cocidos y hechos en el horno, va estupendamente con las latas de conserva e incluso está buena como plato en lugar de como guarnición.

Por eso tenía ganas de contaros cómo la hacía mi abuela, y cómo la hacemos desde entonces todos los de mi familia, ya que queda estupenda de aliño y encima, se prepara en un momento, como veréis ahora.

Ingredientes para 6 buenas raciones

  • Para el asado: 3 pimientos rojos carnosos, 1 tomate, aceite de oliva virgen extra y sal
  • Para la vinagreta: 100 ml de aceite de oliva virgen extra Picual de I love aceite, 50 ml de vinagre de vino blanco y 50 ml de caldo de cocción de los pimientos.

Cómo hacer una ensalada de pimientos asados


Comenzamos asando los pimientos, que colocaremos enteros y bien lavados sobre la bandeja de horno o si preferimos en una fuente donde quepan cómodamente. Truco de mi abuela: en la misma fuente o bandeja ponemos también un tomate maduro, que asaremos a la vez. Pincelamos con un poco de aceite de oliva virgen extra las hortalizas y las espolvoreamos con sal.

Personalmente suelo preferir hacerlos en la bandeja porque se chamuscan un poco más y ese toque de quemado / ahumado queda luego en la pulpa del pimiento y se agradece ese sabor. Los horneamos durante unos 40 minutos aproximadamente, dándoles la vuelta de vez en cuando para que se hagan de forma uniforme.

Una vez hechos, metemos los pimientos y el tomate aún bien calientes en una bolsa de plástico, y reservamos los jugos que hayan soltado en la bandeja de horno para usar más tarde en la vinagreta. Cerramos la bolsa de plástico con un buen nudo y la dejamos reposar mientras se enfrían los pimientos. Así, la carne suda, suelta sus jugos y se contrae despegándose muy fácilmente la piel.

Una vez fríos, pelamos los pimientos con facilidad y les retiramos los trozos quemados, las pepitas y las venas interiores, dejando limpia la pulpa. El líquido que hayan soltado lo unimos al que guardamos de la cocción en el horno. A continuación, cortamos los pimientos en tiras, quitamos los trocitos negros que se hayan escapado y los dejamos en un bol. 

Respecto al tomate, retiramos la piel y picamos la pulpa hasta hacer un puré que también incorporamos al bol. (foto 3 del montaje superior) Este truco de mi abuela de añadir el tomate es fundamental, hace que luego la vinagreta sea un poco más espesa y da una textura increíble a la ensalada.

Añadimos un pellizco de sal y mezclamos bien, dejando el bol en la nevera mientras preparamos nuestra vinagreta especial.

Para hacer la vinagreta, usé un recipiente medidor de Pyrex llamado Kitchen lab que es comodísimo para este tipo de usos. Llenamos la jarrita con 100 ml de un buen aceite de oliva virgen extra, - yo elegí el Picual Gota verde de I love Aceite - y sobre él, añadimos 50 ml de vinagre de vino blanco. 



Me encantan las bolitas que se forman como consecuencia de las distintas densidades de ambos líquidos. Añadimos a continuación otros 50 ml del líquido de asar los pimientos bien colado y ponemos la tapa al Kitchen Lab. 

Agitamos bien para hacer la emulsión que debe quedar como la foto de la derecha del collage sobre estas líneas. Servimos la vinagreta ya terminada sobre los pimientos que tenemos en el bol y tras remover, dejamos en la nevera hasta el momento de servir.


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Con qué usar esta ensalada de pimientos asados 


Podéis usar esta deliciosa ensalada de pimientos asados para hacer Canapés con ventresca, guarnición para pescados al vapor y papillotes, en tostas, bocadillos y sandwiches, o simplemente, con una cebolla picada en juliana y un ajito bien picado, haciendo una ensalada clásica o asadillo. Últimamente la he servido en esta receta de rodaballo al horno con pimientos asados

Espero que disfrutéis de la receta de esta ensalada de pimientos asados que está tan buena como cuando la hacía mi abuela y que personalmente me transporta a mi niñez.
Sed felices,