Cuatro recetas deliciosas de torrijas para sorprender a todos en Semana Santa
Las torrijas son elaboraciones sencillas, que consisten básicamente, en un pan remojado, bañado en huevo y posteriormente frito, que finalmente es rebozado en azúcar mezclado con canela para su presentación y degustación.
Ya hemos hecho muuuuchas recetas de torrijas en Lazy Blog y en Directo al Paladar, sin ir más lejos hace unos días os enseñaba la torrija para adultos hecha con Pan de Cea y Licor Café gallego. También os gustan mucho a juzgar por vuestras visitas, las torrijas clásicas de leche, las torrijas con dulce de leche o las torrijas hechas con leche de coco, aptas para intolerantes a la lactosa.
Hoy os voy a explicar las claves para que vuestras torrijas os queden siempre perfectas y de paso os enseño cuatro posibilidades para que hagáis las que más os gusten o las que os pida vuestra familia porque la torrija es un evento gastronómico fundamentalmente familiar.
Elementos de una buena torrija
- El pan
- El remojado
- La fritura, la plancha, el horno y otras técnicas para hacer torrijas
- El acabado final
1. El pan
Aunque en los comercios encontraréis el clásico pan especial para torrijas, yo prefiero usar siempre pan de tipo hogaza para hacerlas. Incluso con pan de barra, cortado al bies para hacer rodajas más grandes, las torrijas son deliciosas.
No obstante, también podéis hacer torrijas con pan de leche, torrijas con sobaos pasiegos, torrijas con brioche o con lo que más os guste (o tengáis en casa)
2. El remojado
Se suele utilizar pan algo duro, de dos o tres días, por lo que para que las torrijas queden cremosas hay que remojarlas. Lo habitual es hacer una infusión con leche entera a la que añadimos azúcar, un palito de canela y una cáscara de naranja. Se lleva a ebullición y en cuanto cuece se apaga y se tapa dejando que la leche infusione con todos los sabores.
Consejo importante: Para remojar el pan conviene dejar que el líquido se enfríe y remojar en frío. Si lo haces templado o caliente, tardarás menos pero probablemente las torrijas se te romperán. Lo ideal es hacerlo dejando las rebanadas en la leche diez minutos por cada lado. Luego, antes de pasar el rebozado por huevo es conveniente escurrir las torrijas sobre un colador para que no caiga leche en el huevo.
Al pasarlas por huevo batido, también conviene escurrir el exceso sobre el colador antes de freírlas. Si no se hace, se formarán hilos y rebabas como las puntillas del huevo frito que afean las torrijas y el aceite se ensucia más.
Otros líquidos: Yo he hecho torrijas de leche, torrijas de leche de coco, torrijas de horchata, torrijas de vainilla, torrijas bañadas en vino, en zumo de naranja, bañadas en mezcla de leche y Baileys (espectaculares), bañadas en vermú o en Colacao, por citar algunos ejemplos. Todas resultan muy diferentes, pero muy ricas.
3. Las técnicas de elaboración
La más habitual es la fritura. Tras pasar las torrijas por huevo, se fríen en aceite muy caliente, -oliva o girasol- y después se escurren en un papel absorbente para eliminar el exceso de grasa. Una vez escurridas, se pasa a la fase final, de rebozado o presentación.
También se pueden hacer en el horno, aunque en mi opinión quedan más resecas. Finalmente, una técnica estupenda es la utilización de la plancha. Calentamos una buena plancha plana sin estrías de parrilla y ponemos una pizca de mantequilla. Tras escurrir la torrija del baño en el huevo, la dejamos que se haga por una cara, espolvoreando abundante azúcar en la cara superior. Al darle la vuelta tras tres minutos, caramelizamos el azúcar y forma una deliciosa costra. Esta operación se puede hacer también con un soplete de cocina.
4. La terminación
Lo más frecuente es dejar las torrijas ya fritas en la leche donde se infusionaron, en un baño de almíbar de miel, o mi preferida, pasarlas por un plato con azúcar y canela para que queden rebozadas.
De todas formas, caben muchas más opciones como cubrirlas con una salsa como hicimos en estas torrijas con salsa de toffee, cubrirlas de dulce de leche, rellenarlas con Nutella, añadir vino dulce... en fin mil posibilidades.
Las torrijas de la foto son las siguientes, por si os sirven de inspiración: La primera de la izquierda es una torrija de leche tradicional, tal como he explicado, terminada cubriendola con el baño de azúcar y canela en polvo. La segunda es exactamente igual, pero terminada con unas cucharadas de mermelada casera de fresa.
Las dos de la derecha, en lugar de tener un remojo en leche lo tuvieron en horchata de chufas, como recordaréis los que nos visteis hacerlas en directo en Stories de mi cuenta de Instagram (si no me sigues, te perderás muchas cosas que estamos haciendo en estos días)
Estas dos, las hicimos en la plancha, terminando la primera con hilos de cáscara de naranja hervidos tres veces desde agua fría y cambiando el agua, y la segunda espolvoreada simplemente con un poco de canela. Estas dos no tienen azúcar ni pasaron por la sartén, por lo que son menos calóricas.
Espero que os hayan gustado estas cuatro recetas deliciosas de torrijas y que os ayuden a pasar una buena Semana Santa en este 2020 que nunca se nos olvidará.
Sed felices,