El Valle del Jerte, destino ideal para visitar durante todo el año
Si pensamos en el Valle del Jerte, es inevitable que lo asociemos en lo gastronómico a las deliciosas picotas, y en lo turístico, a la floración del cerezo que se produce al principio de la primavera. Sin embargo, el Valle del Jerte es un destino ideal durante todo el año.
Hace unas semanas, he ido acompañado de la Rubia Azabache, para poder hablaros de los encantos del Valle del Jerte con datos propios y espero que las fotografías y textos de esta entrada os animen a acercaros por allí, durante las vacaciones navideñas, en fiestas y vacaciones o en otro momento porque la belleza del Valle y el encanto de su gente os van a atrapar en cualquier época del año.
El Valle del Jerte
El Valle es una mancomunidad formada por 11 municipios cacereños, que entre todos totalizan unos 15.000 habitantes. La mayoría de ellos vive de la agricultura y el turismo, por lo que la oferta gastronómica, paisajística y de actividades es realmente atractiva.
Además de las cerezas y las Picotas, en el valle se produce aceite de oliva, se recogen frambuesas y setas en otoño, y durante todo el año se suceden diferentes actividades gastronómicas, pues es una zona muy activa en cuanto a promoción del turismo.
Ya os hablé el año pasado de la Otoñada, en la que se organizan una colección de actividades para disfrutar de los paisajes a lo largo del valle, ya que desde primeros de noviembre hasta mediados de diciembre, hay un sinfín de posibilidades de diversion.
Excursiones y paseos maravillosos, avistamiento de aves, paseos senderistas en enclaves inimaginables, exposiciones, rutas gastronómicas, concursos de fotografía y jornadas micológicas, hacen del otoño y el invierno una época más que apetecible para descubrir o repetir en esta zona que tanto nos gusta en todas las épocas del año.
Los paisajes
No me diréis que estos colores no os atrapan. Es innegable la belleza del Valle del Jerte en Primavera, pero los ocres, rojos y amarillos del otoño me seducen casi más. Por ese motivo hay tantas actividades en esta estación. No dejes de visitar el valle en lo que queda de otoño o en el invierno, donde descubriréis otros paisajes, otros colores.
En la zona podéis pasear y ver además de muchos cerezos, las gargantas, cascadas, valles y cañadas, montes poblados de robles, zonas de castaños, piscinas naturales y setas por todos los recorridos que hagáis.
Todos los caminos y senderos están muy bien señalizados y existen mapas específicos de la zona que podréis conseguir sin dificultad. Hay un montón de excursiones para realizar, en las que podéis ver por ejemplo las cascadas del Manto de la Virgen o la preciosa caída de agua de la cascada del Caozo, en Piornal junto a Valdastillas.
Otra maravilla es ir hacia la Garganta de los Infiernos, donde el paseo os sobrecogerá con la belleza de árboles, musgos, piedras y animales. No es un camino duro y está lleno de belleza.
Otro clásico es la ruta de senderismo para ir a los Pilones, un lugar muy frecuentado en verano porque el agua ha formado unas piscinas y toboganes naturales y es muy agradable refrescarse en sus aguas.
En verano el caudal es menor y el agua no está helada como ahora, pero la belleza natural sobrecoge en esta excursión tan recomendable.
En una zona con tan ricos productos, hay también grandes posibilidades gastronómicas. Por poneros un ejemplo, entre paseo y paseo hicimos una parada en un restaurante de menú de plato del día (de 11 euros) y aprovechamos que también había jornadas gastronómicas de las setas para probar ese otro menú que costaba 23.
Como eramos 4 a comer, dos eligieron el menú del día y otros dos el de las jornadas. Pudimos tomar entre otras cosas, una increíble caldereta de cabra, unos vol au vent rellenos de setas, una trucha de la zona, en fin, un almuerzo estupendo, que nos llenó de fuerzas para seguir nuestro paseo.
En el Valle hay un montón de restaurantes de distintos precios, todos de gran calidad donde podréis comer a muy buenos precios. Cuidado que las raciones son enormes en esta zona.
He dejado para el final uno de los grandes descubrimientos de este viaje. Durante los dos días que estuve por el valle del Jerte, me alojé en Valdastillas, en la casa Rural de Teresa y Mingo, que se llama Garza Real. Esta pareja, regenta esta casa que es todo un proyecto de vida. Bien decorada, llena de detalles es muy acogedora.
Habitaciones muy amplias, con buenas comodidades y silenciosa de verdad, el alojamiento incluye el acceso a unas salas comunes con juegos, chimenea y lectura. Los muebles son todos auténticos, muchos de ellos restaurados por ellos mismos.
La casa rural está llena de detalles como un aguamanil lleno de flores, teteras cargadas con infusiones reconfortantes y un armario lleno de piezas, nidos, mudas de serpientes y otras "joyas" que Mingo recoge en sus paseos por la zona. Desde luego alojarme en este lugar me ha encantado. Hacedme caso, es todo un descubirmiento.
Por si fuera poco, en cuanto Teresa se pone la chaquetilla y el gorro de cocinera, le sale la chef que lleva dentro y ofrecen un menú delicioso de verdad a un precio muy competitivo.
Por las mañanas en los desayunos, si tenéis suerte os hará unos buñuelos caseros (con forma de espiral como las porras pero con una masa ligera y deliciosa). No dejéis de visitar su restaurante en la planta baja de la casa rural en la calle Piscina 12 de Valdastillas, aunque estéis alojados en otro punto del Valle. Llamad para reservar al (927 47 50 55) que merece la pena.
Quiero dar las gracias a la Sociedad de Promoción y Desarrollo del Valle del Jerte, a la web de información turística del Valle y muy especialmente a Chelo y Germán que nos acompañaron en las rutas ayudándonos a descubrir la belleza de los paseos por los distintos municipios.
Gracias a su trabajo en SOPRODEVAJE, la Sociedad de Promoción y Desarrollo del Valle del Jerte, muchos proyectos y empresas en el Valle salen adelante con el apoyo de la UE, incluso en estos tiempos de crisis.
Ya estoy deseando volver, quizás este año vaya a ver las hogueras de Tornavacas a primeros de Mayo, o me acerque al Museo de la Cereza en Cabezuela del Valle, o a ver los olivos de Rebollar.
Si estáis planificando un viaje próximamente, os aseguro que vais a disfrutar de la belleza del paisaje del Valle del Jerte, de su excelente gastronomía y de la amabilidad de su gente. En cualquier época del año.
Sed felices,
En la zona podéis pasear y ver además de muchos cerezos, las gargantas, cascadas, valles y cañadas, montes poblados de robles, zonas de castaños, piscinas naturales y setas por todos los recorridos que hagáis.
Todos los caminos y senderos están muy bien señalizados y existen mapas específicos de la zona que podréis conseguir sin dificultad. Hay un montón de excursiones para realizar, en las que podéis ver por ejemplo las cascadas del Manto de la Virgen o la preciosa caída de agua de la cascada del Caozo, en Piornal junto a Valdastillas.
Otra maravilla es ir hacia la Garganta de los Infiernos, donde el paseo os sobrecogerá con la belleza de árboles, musgos, piedras y animales. No es un camino duro y está lleno de belleza.
Otro clásico es la ruta de senderismo para ir a los Pilones, un lugar muy frecuentado en verano porque el agua ha formado unas piscinas y toboganes naturales y es muy agradable refrescarse en sus aguas.
En verano el caudal es menor y el agua no está helada como ahora, pero la belleza natural sobrecoge en esta excursión tan recomendable.
La gastronomía
En una zona con tan ricos productos, hay también grandes posibilidades gastronómicas. Por poneros un ejemplo, entre paseo y paseo hicimos una parada en un restaurante de menú de plato del día (de 11 euros) y aprovechamos que también había jornadas gastronómicas de las setas para probar ese otro menú que costaba 23.
Como eramos 4 a comer, dos eligieron el menú del día y otros dos el de las jornadas. Pudimos tomar entre otras cosas, una increíble caldereta de cabra, unos vol au vent rellenos de setas, una trucha de la zona, en fin, un almuerzo estupendo, que nos llenó de fuerzas para seguir nuestro paseo.
En el Valle hay un montón de restaurantes de distintos precios, todos de gran calidad donde podréis comer a muy buenos precios. Cuidado que las raciones son enormes en esta zona.
Casa Rural Garza Real
He dejado para el final uno de los grandes descubrimientos de este viaje. Durante los dos días que estuve por el valle del Jerte, me alojé en Valdastillas, en la casa Rural de Teresa y Mingo, que se llama Garza Real. Esta pareja, regenta esta casa que es todo un proyecto de vida. Bien decorada, llena de detalles es muy acogedora.
Habitaciones muy amplias, con buenas comodidades y silenciosa de verdad, el alojamiento incluye el acceso a unas salas comunes con juegos, chimenea y lectura. Los muebles son todos auténticos, muchos de ellos restaurados por ellos mismos.
La casa rural está llena de detalles como un aguamanil lleno de flores, teteras cargadas con infusiones reconfortantes y un armario lleno de piezas, nidos, mudas de serpientes y otras "joyas" que Mingo recoge en sus paseos por la zona. Desde luego alojarme en este lugar me ha encantado. Hacedme caso, es todo un descubirmiento.
Restaurante
Por si fuera poco, en cuanto Teresa se pone la chaquetilla y el gorro de cocinera, le sale la chef que lleva dentro y ofrecen un menú delicioso de verdad a un precio muy competitivo.
Por las mañanas en los desayunos, si tenéis suerte os hará unos buñuelos caseros (con forma de espiral como las porras pero con una masa ligera y deliciosa). No dejéis de visitar su restaurante en la planta baja de la casa rural en la calle Piscina 12 de Valdastillas, aunque estéis alojados en otro punto del Valle. Llamad para reservar al (927 47 50 55) que merece la pena.
Quiero dar las gracias a la Sociedad de Promoción y Desarrollo del Valle del Jerte, a la web de información turística del Valle y muy especialmente a Chelo y Germán que nos acompañaron en las rutas ayudándonos a descubrir la belleza de los paseos por los distintos municipios.
Gracias a su trabajo en SOPRODEVAJE, la Sociedad de Promoción y Desarrollo del Valle del Jerte, muchos proyectos y empresas en el Valle salen adelante con el apoyo de la UE, incluso en estos tiempos de crisis.
Ya estoy deseando volver, quizás este año vaya a ver las hogueras de Tornavacas a primeros de Mayo, o me acerque al Museo de la Cereza en Cabezuela del Valle, o a ver los olivos de Rebollar.
Si estáis planificando un viaje próximamente, os aseguro que vais a disfrutar de la belleza del paisaje del Valle del Jerte, de su excelente gastronomía y de la amabilidad de su gente. En cualquier época del año.
Sed felices,